Bihar Gasteizera goaz Musika Eskolen Jaialdira, MUSIKALDIA, eta bertako antolatzaileek historia hau aukeratu dute musika eskolen garrantzia defendatzeko:
PORTALE
Para subrayar la importancia de las escuelas de música me basta con un ejemplo.
Se trata de la historia de una familia que vivía en el caserío "Portale", entre los pueblos guipuzcoanos de Asteasu y Larraul. Desde siempre, desde el siglo XIX, al menos, les acompañó a sus miembros la fama de ser buenos silbadores. Recuerdo que un día pasé por delante del caserío con mi bisabuelo, y que me dijo: "Txoriek baino hobeto egiten diate txistu", "Silban mejor que los pájaros". Un día, unos años antes de que empezara el siglo XX, uno de los hijos de la familia empezó a trabajar de guardabosques para la Diputación de Guipúzcoa, y se trasladó a San Sebastián. Luego, tuvo un hijo. Y el hijo creció y empezó a silbar igual de bien que todos los de Portale. Entonces, su padre hizo algo que en Asteasu o en Larraul habría resultado imposible: lo llevó a la escuela de música de la ciudad. Diré ahora el nombre del niño: Pablo Sorozabal. Me refiero, efectivamente, al autor de tantas obras sinfónicas y del género chico, cuya vida profesional se vio en parte truncada por el despego que mostró hacia el régimen franquista. He ahí el ejemplo: sin escuela de música, Pablo Sorozabal hubiese sido únicamente un buen silbador, otro más de la familia del caserío Portale.
Bernardo Atxaga
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